Psicopedagoga

Es hora de contarte que soy Psicopedagoga.
Si, si, si. Hace mas de 10 años que me recibí en la U.C.A. y trabajo como tal. Comencé en varios lugares ad-honorem, y enseguida trabajé de forma rentada: Centro de Salud Barrial, Hospital General en Diamante, Escuelas Especiales varias, Gabinetes Psicopedagógicos varios, Centro de Asistencia al Drogadependiente, Superior Tribunal de Justicia de Pna., Programas de Violencia hacia la Mujer y el Niño, etc. Me capacité especialmente en: "Malformaciones Congénitas y Genéticas", "Discapacidades Severas", "Violencia", "Abuso y Violación a niños". Nunca paré. Adoro la profesión. Hoy laburo en un Hospital de Salud Mental (psiquiátrico) de hombres, en un Hogar de mujeres discapacitadas severas (múltiples) y abandonadas, en un Centro Médico Privado en Paraná y en un consultorio privado en Diamante. Soy columnista en un programa radial y me han hecho alguna entrevista para la tele local.

Realmente disfruto de ser Psp., es una pasión para mi... sino, no lo podría hacer.

Hay cada historia hermosa y triste detrás de cada ser!!!!! (institucionalizado o no)
Algún día escribiré esas historias ya que encierran cambios y enseñanzas profundas.
Seguramente cuando deje de trabajar y sea viejita.

Y justamente la semana pasada me entrevistaron para un diario con motivo del día del niño...

Bueno, mejor agrego el texto aqui abajo, para que se lea mejor:

Consejos para elegir el regalo apropiado

La psicopedagoga Mariángeles Viola ahuyenta algunos mitos y aconseja los juegos de ingenio.
“El regalo es el objeto que uno ofrece como un obsequio para deleite y disfrute de quien lo recibe, esto es teoría. Pero hay veces que a los chicos no les gusta lo que se les regala, habría que preguntarse el por qué. Uno muchas veces regala lo que inconscientemente desea que le regalen. Ese es el gran error. Hay que diferenciar el deseo de uno con el deseo de quien lo reciba”, advierte la psicopedagoga Mariángeles Viola.
El domingo es el día del niño, aunque actualmente la celebración tiene menos de reafirmación de los derechos de los más pequeños y más de connotaciones comerciales. Así, los problemas surgen a la hora de elegir el regalo apropiado. La profesional asegura: “Los padres se asustan con las nuevas formas de comunicarse que existen. La complicación es para los adultos mayores, pero no para los chicos que se adaptan y asimilan los cambios muy rápidamente”.
El avance de la informática trajo aparejado Internet, los nuevos programas y el chat. A estos se le suman los mensajes de texto que se envían a través de los celulares. La disyuntiva se presenta en que si se regala una computadora o un celular se estará potenciando un nuevo problema para los preadolescentes. La profesional aclara algunos mitos: “Las nuevas tecnologías son herramientas, no son ni buenas ni malas, por sí mismas. Depende del uso o el abuso. Si mandan 300 mensajes por día seguramente algo pasa. Prefieren encerrarse a mandar mensajes en vez de estar con un amigo de verdad. Lo mismo ocurre con el tiempo de navegación, el chat o los juegos en red. El daño radica en la cantidad de horas que se está frente a la computadora. Si un chico está cinco o seis horas frente a una computadora es por que está llenando un vacío por falta de afecto”.
Dejando de lado los atrapantes productos que resultan de los avances diarios de la tecnología, aparecen los tradicional juegos de ingenios. La psicopedagoga, que trabaja diariamente con ese tipo de juegos que emplea en casos complicados y por lo tanto siempre está a la vanguardia de lo que llega, aconseja: “Existen estudios realizados muy seriamente que reflejan que el cerebro de una persona, que realiza diariamente juegos de ingenios (crucigramas, palabras cruzadas, cálculos matemáticos, rompecabezas, etc.), incrementa el peso porque se genera más sinapsis. Es decir que aumentan las redes entre neuronas”. Lo que parece un buen consejo es difícil de concretar, en algunos casos, porque los adultos mantienen el temor de no poder enseñar algo a lo que ellos mismos no están preparados. “Hay que motivar al niño y buscar el juego apropiado. Se tienen que sentar y aprender con los chicos. Seguramente ellos asimilarán más rápido pero no se es peor padre por aprender más lento que tu hijo, los chicos vienen con más carga neuronal y es lógico que aprendan más rápido”, aseveró.